Un mito viviente en el mundo del paracaidismo desde que en 1960, como parte del proyecto Excelsior, del ejército de los EE UU, batiera el récord de altura para un salto paracaidista al lanzarse desde los 31.300 metros. ¿El objetivo? Conocer los límites del cuerpo humano a gran altura, sobre todo para evitar riesgos a los pilotos que se eyectaban desde los aviones de combate. Además, se trataba de probar nuevos trajes presurizados para los futuros astronautas. Un hito para el que el coronel Kittinger, piloto de combate, fue asignado a los Laboratorios de Investigación Médica Aeroespacial del ejército con el fin de realizar tres saltos en paracaídas, en una condiciones muy similares a las que soportaban dentro de los aviones del pilotos de combate.
FUENTE:
http://www.ateneadigital.es/RevistaAtenea/REVISTA/articulos/GestionNoticias_10422_ESP.asp
http://www.redbullstratos.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario